20 de marzo de 2010

EL REINADO DE WITIZIA



Los "Casos celebres de Plinio" es un libro de García Pavon, que recopila varias novelas negras, cuyo protagonista es el jefe de la policía municipal de Tomelloso, que mi madre compró hace muchos años al "Círculo de Lectores". En aquella época, no sé si ahora también, si no le comprabas algo al Circulo en un plazo determinado, te adjudicaba un par de libros recomendados y así le llegaría a sus manos porque, la verdad, de tiempo nunca andaba sobrada.

Este libro, al que no hice mucho caso, me apareció con otros en una caja de mi mudanza, lo puse en un estante y no me acordé de él hasta que un día pillé un trancazo y comencé a leerlo.

La primera novela se titulaba " el reinado de witizia" y se desarrollaba en los sesenta.

"El Farón”, un conocido tratante de vinos de Tomelloso, entraba, desesperado, en el casino del pueblo buscando al jefe de la policía municipal, Manuel Gónzalez , alias “Plinio”, que echaba la partida con Don Lotario, el veterinario. No recuerdo muy bien los diálogos, pero no serían muy diferentes a éste:

-Manuel, que he ido al cementerio y me he encontrado el nicho de mi suegra tapiado.
- ¿Estás seguro que es el de tu suegra?
-Que sí, Manuel. Que es el de ella y que la pobrecita, todavía, vive gracias a Dios.

Se describía a un hombre, enorme, como los toneles que vendía, resoplando nervioso, secándose el sudor con un pañuelo y con el canguelo en el cuerpo porque encontrarte metido, de buenas a primeras, un muerto en el nicho de tu suegra acojona

Camino del cementerio, parten en un SEAT 600, Plinio, el Farón y el veterinario que, con aquello de empezaban los tractores y las cosechadoras, su trabajo menguaba y se había metido a detective.
El nicho, en efecto, se encontraba tapiado. Hubo que avisar al juez y al enterrador y , en presencia de las autoridades, se picó el cemento, apareciendo un féretro y dentro el fiambre ,embalsado, de un hombre muy bien vestido.

Las investigaciones fueron complejas, intervino el forense como resulta preceptivo, hubo exposición del cadáver para que el vecindario pudiera dar datos sobre el finado, Plinio y el veterinario viajaron en el 600 hasta Madrid y allí, creo recordar, que fue una puta de una pensión madrileña la que dio una pista, que resultó clave.

Al final, por el empeño del jefe de la policía municipal y del veterinario se resolvió el caso. Se trataba de una persona, que había residido en Tomelloso hacía años y que había invertido todos sus ahorros para ser embalsado y enterrado en el pueblo.

Si rocambolesca y macabra es esta historia, no menos rocambolesco y macabro resulta que, hoy, tras cuarenta y siete años, en pleno 2010 y en la sociedad de la informática, en Toulouse, aparezca el cadáver de una persona, suberbuscada por las policías española, francesa e INTERPOL, con denuncias cursadas acerca de su desaparición y que muera en un hospital, permaneciendo diez meses en su morgue sin que nadie sepa ni diga nada.

Como ocurre en estos casos fuentes oficiales y familiares difieren por lo que este tema debe investigarse y aclararse hasta el fondo porque no es ficción, si no una cruda realidad que ha superado ya la ficción y sobre la que planean dudas razonables, que deben disiparse lo antes posible por el bien de la familia, de la sociedad y de la credibilidad del sistema.
Pido que quién lo investigue emplee el mismo cariño y empeño, que utilizaron Plinio y Don Lotario

HARITZ

1 comentario:

  1. Si que van a necesitar un Plinio y un Don Lotario porque si en la era de las nuevas tecnologías, del control absoluto gracias a la colaboración de los países, el wifi funcionando a tutiple y las cámaras de video controlando las calles, trenes (menos el que cogió este señor...) etc...etc... me parece que al final va a ser el guión mágico de una mágica película de una macabra historia... Bai jauna!

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