3 de diciembre de 2012

LAS UVAS DE LA IRA




Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a buscar a los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío,
Cuando finalmente vinieron a buscarme a mi,
no había nadie más que pudiera protestar.”



Hace unos días, en twitter, ví un mensaje de Pilar, periodista, cuyo medio se encuentra en ERE. Solicitaba un RT,  retuit, para difundirlo por la red.  Crucé un par de mensajes con ella. En uno, le decía que, salvo el RT, palabras de cariño y apoyo, poco más podía hacer y , en el otro,  le comentaba, que su  situación, mañana, quizás, podía ser la  mía.

Durante el fin de semana he pensado en Pilar y en muchas personas como Pilar, cuyo silencioso sufrimiento  siento cercano. A mi memoria, me ha venido este poema de  Beltrolt Brecht, aunque, en realidad,  pertenece al pastor Möller de Kaiserlarten, ex cautivo de Dachau, quien lo pronunció en su  sermón de la semana santa de 1946 para denunciar la pasividad  del pueblo alemán ante el nazismo.

Nadie debemos mirar para otro lado. Todos podemos  ser  víctima  de este  terrorismo económico  al que es necesario vencer porque en ello nos va la  supervivencia y la dignidad. Quizás, para algunas personas, hablar de terrorismo resulte  forzado, pero el diccionario de la RAE  lo define  en su primera acepción como la dominación por el terror y, por terror, entiende, miedo, espanto y pavor.



Si  terrorismo  no es que una persona, cualquier mañana,  pueda encontrarse  con un ERE , sin casa y sin una sanidad  pública que la pueda sanar   y  que su salario se  reduzca porque , cada día, se le exija ser más pobre, llámenlo como quieran, pero, yo, lo llamo terrorismo. Terrorismo financiero practicado por  personajes  trajeados de Armani  que matan ilusiones y fulminan vidas con   teclas de   portátiles e Ipads

La  prima de riesgo y su elevado indice,  consecuencia de una especulación salvaje, unida a la escasa confianza que despierta este Estado,  las  decisiones  de sus gobernantes al dictado de un  bloque monetario, el euro,  y de los intereses de algún país concreto, han llevado, no sólo a esculpir el importe máximo del  déficit público en el monolito constitucional sino  a la promulgación de leyes pensadas en la banca,  el capital y en  el desguace del Estado de Bienestar  más que en las  personas.

Hace años, John Steinbeck escribió “las uvas de la ira” una novela que no se olvida y que narra la historia de los Joad, quienes, debido a la sequía y la usura de la banca, deshauciados de su granja en Oklahoma, abandonan, al igual que otras muchas  familias la tierra en la que nacieron y donde reposan sus antepasados para emprender, en plena gran depresión, un viaje por carretera a  California.

Sus páginas dibujan el hambre, los hacinamientos en campamentos, la desesperación, las humillaciones  y el sadismo de  policías garantes de no se sabe de qué  orden o seguridad  y  la  realidad  cruel de encontrarse de frente, ya en la tierra prometida  , tras el  largo éxodo,  con  la explotación  y  los contratos basura ¿Les suena algo? Ocurría hace cien años.

Nunca pensé que, hoy día, veríamos a gente, hasta hace poco con trabajos estables o propietaria de pequeños negocios en comedores sociales o hurgar en la basura para comer, pero menos imaginé, que un gobierno, dijera, que la solución a la crisis pasase por recortar cada vez más los  sueldos, suprimir prestaciones de desempleo, congelar pensiones y abaratar, todavía más los despidos omitiendo cualquier referencia al gran capital, SICAVS y los paraísos fiscales. Y  lo que jamás  imaginé , ni por asomo,   el dato terrorífico de un 25% de la población activa parada -una de cada cuatro personas – y sin más horizonte que la oscuridad.

Tal y como empezaba quiero cerrar el  post con otro poema. Lo escribí un viernes. No podía dormir pensando en una mujer, que,  decidió arrancarse la vida antes que le arrancasen su hogar y yo no podía arrancarmela de mi memoria.




No puedo dormir
Escucho el lamento del cielo,
sollozo,  que se desparrama sobre adoquines
y tamborilea  en cristales resbalando como lagrimas.

Oigo el amargo llanto de los tuyos, que
en esta noche es de  todos,
           
Malditas mañanas, surcadas  por  nubarrones  de bandadas de cuervos
de picos afilados,que mejor nunca  amanecieran .

Allá ,donde te encuentres, un beso, Amaya.




Desgraciadamente, Steinbeck está de actualidad Un beso Amaia

iñigo oliberos

Iñigo Oliberos.