Por
el blog “Uno más en la
familia” de Irene Crespo he sabido que unos desalmados, esto es, gente sin alma , en Araba, hace
pocos días, han ahorcado un par de perros y a continuación los han tiroteado siendo uno de ellos
una perra preñada.
Este suceso me ha traído a la
memoria una historia que me ocurrió este verano.Caminaba por
Arantzazu en busca del viejo molino
de Akuegi , junto al río Arantzazu, y mis pasos
me llevaron hasta el caserío de Bellotza.
En el pilón, del caño, manaba el agua fresca y
cristalina y llené el botellín de plástico, que, siempre, llevo en el zurrón y eché andar.
Al hacerlo, escuché ladridos y ,
en la ganbara, asomaba
la cabeza de un perro. Sus ladridos
no eran fuertes, pero, sí cortos y
tenaces y, conforme me alejaba, cada vez, se hacían más
insistentes.
Una mujer, asomó a la puerta y me dijo que iba en dirección contraria.. Me
invitó a almorzar. Ante su insistencia, no puede negarme . Un par de huevos fritos con tocineta, todo ello, de casa, y un par de tragos de vino.
Al salir del caserío, el sol golpeaba como un mazo y me adentré en el bosque
buscando la sombra de los árboles. No se veía un alma y mientras caminaba, clavando mi stick sobre alfombras de hojas secas, que
preludian el fin del verano, no puede dejar de pensar en aquel
perro, listo como el hambre, que había querido comunicarme que mi camino
era otro.
Hoy, leyendo noticias como ésa, me estremezco en pensar que personas sin alma, esto es, unos desalmados pudieran
hacerle daño a mi amigo de Bellotza.
Iñigo Oliberos
Son listos como el hambre y fieles como una madre. No se merecen maltrato ni desprecio, sino carino, respeto y ayuda. Ojalá todo el mundo lo entendiera. Saludos, amigo y + por reconocer las maravillas de los animales. Un abrazo.
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