29 de diciembre de 2010

LA TELEMIERDA PUEDE CON TODO




Me gustaría saber escribir con técnica, sin faltas y todo eso y compartir mis pensamientos sin machacar el sentido de la vista al personal. Si me has llegado a leer hasta aquí, tienes mérito y agradezco tu paciencia, pero puede que no te apetezca continuar porque, como ya habrás adivinado, este texto no tiene mucha calidad, vamos, que no tiene ninguna, pero continúo. Consciente de que inicios como este no animan, llevo dándo vueltas a algo que necesito soltar y, de paso, darle vida a este blog en vía muerta.

Hasta hace pocos días, apenas veía la televisión. Digo apenas porque algo sí veía cuando terminaba mi revuelto de champiñones o las pechugas de pollo y, a las noches, me sentaba en el sofá y, tras explorar la selva de canales, que nos ha traído eso que llaman el pluralismo informativo, acababa en la CNN+. No es que esta cadena me entusiasmara, es más no compartía su ideario porque en la misma pululaba algunos personajes muy sectarios con el nacionalismo vasco , pero sí que constituía un contrapeso de una balanza comunicativa descompensada. En esa franja horaria había un programa, *HOY*, del que supe hace un año mientras me arreglaba las cervicales en una consulta de rehabilitación. Sí , suena poco poético, pero el boca a boca funciona donde menos lo esperas. El programa, dirigido por un buen profesional con quien comparto sólo sentirme donostiarra, ser de la Real y haber pasado por el colegio del Sagrado Corazón , tenía un toque distinto, podías seguirlo con los ojos cerrados como una emisión radifónica.

Ahora, ya he dejado de ver la televisión, no la veré en bastante tiempo. Lo del cierre de la CNN+ ha sido la gota que ha colmado mi vaso. Los contables, consecuencia de las recientes fusiones de medios de comunicación, nos dicen que la cadena era deficitaria y que resulta más rentable poner el Gran Hermano, esto es, echar más telemierda, como sino tuviéramos ya poca, en los hogares de los ciudadanos, pero la historia tiene más miga. Hoy, si haces zapping compruebas que el pluralismo, no es tal, sino que es un monotema, un perro, que nadie se ofenda por la comparación, con varias cabezas. Unas veces se presentará con una copa de vino teorizando sobre los valores de la familia y modelos económicos que harían pasar por socialdemócrata a Adam Smith, otras como un señor sentado en un sillón intentando controlar el "mundo", y hasta veremos cosas peores, aún en fase de pruebas, pero que llegarán tarde o temprano. En definitiva mucho canal para ver lo mismo.

A partir de ahora, me concederé pocas licencias televisivas. Una buena pelí, cosa cada vez más complicada en TV, documentales y los partidos de la Real Sociedad porque todo esto de las champions y globalizaciones futboleras también me aburre y prefiero a mi Real.


Pero hay algo seguro, gastaré más en libros porque tendré más tiempo para escuchar en mi imaginación tocar al violinista de Mathausen interpretando un vals para dos enamorados en París. Feliz año.

HARITZ